Sus años de juventud, los pasó en una población de Antioquia. Era zona roja, con campos minados. Por eso, sus ‘dueños’ lo enviaban por delante para que al pasar le estallara algún artefacto explosivo y así ‘limpiar el camino’.
Elvis Antonio Crespo es un perro criollo de 7 años. Y toda su vida ha tenido una estrella que lo cuida. Que no lo lo deja solo. Que lo rescata, milagrosamente, cuando todo parece haber terminado. Para hacerse a una idea de lo que ha padecido basta con saber que antes lo llamaban ‘Sarna’. Y hacía honor a ese remoquete . Con gusanos de dos centímetros en su cuerpo y la piel llena de llagas, en agosto del año pasado estaba más muerto que vivo. Su historia, relatada por Jenny Gómez, la mujer que le salvó la vida y con la que hoy comparte días felices, tiene todos los tintes de un melodrama. Sus años de juventud, según se enteró Jenny, los pasó en una población de Antioquia. Era zona roja, con campos minados. Por eso, sus ‘dueños’ lo enviaban por delante para que al pasar le estallara algún artefacto explosivo y así ‘limpiar el camino’. Pero quiso su estrella que nada explotara jamás bajo sus patas y que al mismo tiempo apareciera una familia que, al verlo desnutrido, rechazado y con la piel escoriada, decidió traerlo a La Calera, un municipio a menos de una hora de Bogotá.